¿Recuerdas cuando en el bolso solo llevabas la cartera, las llaves y la barra de labios? Si eres madre, seguro que has visto como, poco a poco, se ha ido llenando de toallitas, galletas y algún que otro juguete.
Cuando tu hijo es muy pequeño, lo normal es llevar su propia bolsa en la silla de paseo. En ella solemos meter un sinfín de elementos que consideramos básicos: un babero, un biberón, pañales, una muda de repuesto, cremas para las rozaduras del pañal,… e incluso un cambiador. Sin embargo, no es raro que con el paso del tiempo vayamos metiendo otras cosas para los clásicos “por si acasos” que más que ayudarnos, pueden entorpecernos como mordedores, colonias, sonajeros, cuentos e incluso juguetes. Sigue leyendo