¿Alguna vez has tenido un herpes labial en el momento menos oportuno? Una cita importante, la boda de tu mejor amiga… Aunque los herpes labiales son siempre molestos, no es raro que aparezca en situaciones significativas para nosotros. ¿El motivo? Los brotes de herpes labial se dan con mayor facilidad en periodos de estrés o cansancio extremo.
Hoy vamos a ver qué otros factores desencadenan el herpes labial y qué podemos hacer para evitarlos.
Tabla de contenidos
Herpes labial, ¿qué es?
El herpes labial es una infección en la zona de la boca que se presenta en forma de ampollas con líquido en su interior. Se produce por un virus llamado Virus Simple Tipo 1 (VHS-1) muy contagioso y que solemos contraer en la infancia por contacto directo con el herpes labial o mediante la saliva.
Se calcula que cerca del 90% de las personas adultas son portadoras de este virus que permanece de por vida en los nervios del rostro. Eso no significa que todos vayan a tener herpes labiales a lo largo de su vida, sino que solo se reproduce en algunos de ellos.
Causas del herpes labial
Como hemos comentado, los estados de estrés o ansiedad pueden reactivar el virus. Largas jornadas de trabajo, no descansar las horas suficientes… ¿Te suenan estas situaciones? Si la respuesta es afirmativa, es importante que lleves un estilo de vida tranquilo y sin preocupaciones. Tu sistema inmunológico se hará más fuerte.
También debes ser precavido a la hora de tomar el sol, dado que una exposición excesiva puede acelerar el proceso y activar el virus. Lo mismo ocurre durante los procesos infecciosos. Una gripe, un resfriado, unas décimas de fiebre… pueden desencadenar un brote.
Las mujeres tienen mayor predisposición a tener herpes labial durante la menstruación debido a los cambios hormonales.
¿Cómo prevenir el herpes labial?
Nuestra recomendación para evitar los tan odiados herpes labiales en los momentos menos esperados es una buena prevención. Para ello, debemos centrarnos en ponerle freno a los factores que hemos visto y que desencadenan el herpes labial.
En primer lugar, mantén los labios siempre bien hidratados. Evita que se resequen aplicando un bálsamo humectante con protector solar, para así evitar los efectos adversos de la radiación UV. Úsalo durante todo el año, tanto en verano como en invierno, puesto que además los estarás protegiendo de otros factores externos como el viento y el frío.
Elude los estados de estrés y guarda reposo cuando no te encuentres bien o estés enfermo. Sino, tu sistema inmunitario se debilitará y además de otras consecuencias, podrás sufrir un brote de herpes labial.
Para evitar contagiar el virus, no compartas utensilios que tengan contacto con tu herpes labial. Esto incluye vasos, pajitas, toallas… Recuerda lavarte las manos con frecuencia y no tocar directamente el herpes labial.
Tratar el herpes labial
Si tus intentos por prevenir el herpes labial fracasan y empiezas a notar hormigueo y quemazón en el labio, es importante que acudas lo antes posible a tu médico o farmacéutico de confianza que te recomendará alguna crema para tratar el herpes labial.
También puedes usar parches como Compeed Calenturas que controlan los síntomas del herpes como en escozor y el enrojecimiento de forma eficaz y muy discreta.
Resulta muy útil para evitar el contagio, ya que la zona afectada queda protegida. ¡Y es así de fácil de aplicar!
¡Esperamos que este artículo te sirva de ayuda para prevenir el herpes labial!
