Esterilizar biberones correctamente es de suma importancia para tu bebé. A veces con lavar los objetos que se mete hijo en la boca no es suficiente para garantizar una buena higiene.
De ahí que, sobre todo hasta los 4 meses, sea necesario esterilizar todos los elementos del biberón, ya que su sistema digestivo aún es muy delicado. Así acabaremos con los gérmenes y microbios y evitaremos posibles infecciones.
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¿Cómo esterilizar biberones?
Esterilizar biberones no es una tarea difícil, pero sí es importante seguir una serie de pautas que nos asegurarán que el proceso lo hemos hecho correctamente. Te los contamos a continuación.
Un primer lavado
Antes de nada, lávate bien las manos. A continuación deberemos lavar bien el biberón con agua caliente y jabón. Es importante que lo laves lo antes posible, justo después de utilizarlo. De este modo evitaremos que los restos se peguen.
Incide sobre todo en la zona del cuello del biberón. En las ranuras de la rosca se suele almacenar la suciedad.
El esterilizador
Aunque algunos padres deciden esterilizar los biberones a la antigua usanza, hirviéndolos en una olla, nuestra recomendación es comprar un esterilizador. Te facilitará mucho las cosas.
Los biberones se pueden esterilizar a través de dos métodos: con calor o con agua fría. En este último caso, será necesario usar algún producto antibacteriano que se disuelven en el agua. ¡Resultan muy útiles si tienes que salir de viaje!
El secado
Para secar los biberones después de su esterilización, podemos simplemente colocar cada una de las partes boca abajo en una superficie limpia y libre de gérmenes. Otra opción es colocarlos en una bandeja especial como esta de Chicco.
¿Cómo guardarlos?
A la hora de almacenar los biberones, es mejor guardarlos en un recipiente con tapa. Evitaremos que entre polvo u otros residuos. No encajes todas las piezas del biberón. Hazlo por separado para que no proliferen las bacterias y los gérmenes.