No es la primera vez que os hablamos de la importancia de realizar una buena limpieza facial como parte de nuestra rutina diaria antes de acostarnos. Este gesto cotidiano nos llevará un par de minutos y conseguiremos que nuestra piel se mantenga saludable por más tiempo, ya que la base para conseguir una tez bien cuidada es mantener una buena higiene. Además, mantener la piel limpia de impureza contribuirá a que se regenere con mayor facilidad, previniendo la aparición de arrugas.
Actualmente podemos elegir entre un gran número de productos desmaquillantes, pero si tuviésemos que quedarnos solamente con uno, ¿cuál sería? Hoy vamos a hacer un repaso por los formatos más comunes para echarte una mano a seleccionar el que mejor se ajuste a tus necesidades:
- Espuma limpiadora. Si vives en una ciudad seguro que notas que más impurezas en tu piel que si vives en el campo, lejos de la polución. ¿Es tu caso? Elige un limpiador que, además de eliminar los restos de suciedad, oxigene los tejidos. Así, conseguirás una piel más suave y fresca. Uno de los productos que está revolucionando el mercado es la Mousse desmaquillante Filorga que además tiene propiedades antiedad. ¡Todo en uno!
- Leche desmaquillante. Si hay un formato que todas conocemos desde hace años es la leche limpiadora. Gracias a su textura untuosa resulta muy sencillo extenderla por el rostro con ayuda de un algodón o disco desmaquillador.
- Agua desmaquillante micelar. Si trabajas en un ambiente cerrado con iluminación artificial, opta por un limpiador lo más líquido posible, como esta agua desmaquillante de la marca Galénic apta para todo tipo de piel. Podrás eliminar los restos de maquillaje sin frotar ni aclarar.
- Toallitas. Perfectas para llevarlas en el bolso si pasas mucho tiempo fuera de casa o cuando vas de viaje, ya que lo ideal es usarlas ocasionalmente. Estas vacaciones no te olvides meterlas en la maleta. ¡Te resultarán muy prácticas!
- Desmaquillante de ojos. Debemos ser muy cuidadosos con esta zona, por eso es importante escoger un producto especial, sobre todo si tienes los ojos sensibles o si usas lentillas.
Además, debes pararte a pensar qué tipo de piel tienes: seca, normal o grasa y elegir el tipo de producto en base a ello. Entre la oferta de desmaquillantes, no tendrás problema en encontrar uno para tu tipo de piel. Y muy importante: la constancia es imprescindible para comenzar a ver resultados.
¿Recuerdas esa agradable sensación de frescor al tener la piel limpia?