La orina es producida por los riñones y es enviada a la vejiga a través de los uréteres. La vejiga se parece a una bolsa donde la orina es guardada de forma temporal hasta que se llena y tenemos la necesidad de orinar.
El principal motivo por el cual se suelen producir este tipo de infecciones más en mujeres que en hombres es por la longitud de la uretra, que es más pequeña y las infecciones llegan antes al interior.
Las bacterias pueden saltarse las defensas que el cuerpo tiene contra infecciones y abrirse camino hasta el aparato urinario. Si esas bacterias infectan la uretra, la infección se denomina uretritis. Al tener la uretra más corta, las bacterias pasan más rápidamente a la vejiga. La cosa puede empeorar si las bacterias llegan al riñón produciéndose una infección más seria y dolorosa.
Los síntomas más claros para saber que tenemos una infección de orina son:
-Dolor al orinar
-Sangre en la orina
-Escozor en la micción
-Micciones frecuentes y de poca cantidad
Cuando tengamos estos síntomas, debemos acudir a nuestro médico, probablemente nos recete antibióticos, la duración del tratamiento dependerá de nuestro tipo de infección.
Evitar infecciones de orina es muy sencillo. Debemos tomar abundantes líquidos para mantener limpio el aparato urinario y evitar acumular bacterias. No usar ropas ajustadas. El aseo adecuado es fundamental, debe hacerse diaria y concienzudamente.