Si eres padre seguro que más de una ocasión has embadurnado a tu hijo en crema solar antes de salir a la calle, sobre todo en verano. Casi todos somos conscientes de los problemas que le puede traer a los más pequeños una exposición a los rayos solares sin protegerse. Sin embargo, es frecuente que nos olvidemos de los efectos dañinos que la radiación ultravioleta pueden causar en otras zonas, como los ojos.
Se estima que mientras el 80% de los padres protegen la piel de sus hijos, solo el 2% se preocupan por la protección de sus ojos frente a los rayos del sol, según un estudio del Colegio Oficial de Ópticos Optometristas de Cataluña (COOOC).
Además los ojos de los niños son mucho más sensibles que los de los adultos. En las mismas condiciones lumínicas, mientras que el cristalino de una persona adulta solo deja pasar el 10% de los rayos UV, en niños de menos de 10 años, pasa el 75%.
Por otro lado, impedirán que en días de viento entren cuerpos extraños en sus ojos.
¿Qué gafas de sol infantiles elegir?
- Fíjate en que tengan una protección UV al 100%.
- Elige gafas de sol con materiales seguros y resistentes, pero al mismo tiempo cómodos como la silicona.
- Escoge gafas de sol lo más envolventes posible para evitar que el sol entre por los ángulos.
- Asegúrate de que lleven la marca CE.
- Coloca una cinta elástica en las gafas de patilla a patilla para mantenerlas en la posición correcta y evitar que se caigan al suelo.
- Apuesta por primeras marcas. Te darán la seguridad y confianza de firmas con años de experiencia en la fabricación de este tipo de productos. Una de ellas es Chicco.
Además, los niños pueden utilizarlas como parte de un juego de imitación de los adultos. Aun así, si no se las quieren poner, debemos insistirles en la importancia de usarlas correctamente. Tendrán una salud visual perfecta durante más tiempo.