¿Sabes cuál es el órgano más grande del cuerpo humano? La piel es el órgano más amplio, con más de dos metros cuadrados de superficie protege el cuerpo de agresiones externas, mantiene su forma y sirve para “relacionarse” con el exterior. Tener una piel sana y saludable es muy importante para evitar infecciones.
Tabla de contenidos
Consejos básicos para tener la piel saludable e hidratada
- Come una alimentación rica en verduras y fruta.
- Usa fotoprotección para el sol.
- El agua excesivamente caliente hace que la piel pierda humedad.
- Usa productos suaves, sin ser agresivos para la piel y sin perfume para la limpieza diaria.
- Usa cremas hidratantes que se adapten a tu tipo de piel.
- Consumir mucha agua, ya que es muy importante para la hidratación de la piel.
- Evita ropa o calzado que favorezcan la aparición de hongos, heridas o alergias.
- Prestar mucho cuidado en caso de tener un accidente o quemarse. Es muy importante lavar muy bien la herida y en caso de tener ampollas es muy importante no manipularlas porque la consecuencia puede generar una infección, marcas o manchas.
- Descansar bien, el sueño es muy importante porque durante el mismo las células se reproducen y así disponer de una piel en buen estado.
¿Qué hidrataciones aplicar según el tipo de piel?
Piel seca
Aquellas pieles que sean de naturaleza seca necesitan cuidados hidratantes con sustancias suavizantes, que aporten humedad y eviten la evaporación. En esta clase de pieles es muy importante evitar exfoliaciones de origen mecánico porque pueden ser demasiado agresivos con la epidermis.
Piel grasa
Este tipo de pieles no carece de lípidos, es mejor hidratarse la piel con geles o fluidos y son los más adecuados para las pieles grasas porque alivian loa sensación de calor.
Piel mixta
Con este tipo de pieles sí se pueden usar exfoliantes porque favorecen la eliminación de células muertas a través de acción mecánica. La piel mixta necesita productos neutros, es decir que aporten hidratación y lípidos en las zonas necesarias.
Piel normal
En las pieles normales se debe cuidar y mantener el equilibrio entre la hidratación y emoliencia, con lo que esta piel necesita unos porcentajes similares de agua y emolientes. Los geles con gránulos o las cremas exfoliantes se adaptan sin problemas a este tipo de piel.