Limpiar la piel todos los días es básico si queremos lucir una piel bonita. Parece un tópico, pero en realidad es imprescindible incorporar este paso a nuestro ritual de belleza diario, como ya comentamos en otras ocasiones.
Somos muchos los que en algún momento de nuestra vida no hemos prestado la atención que se merece al limpiador facial y sin embargo es uno de los cuidados básicos para lograr tener una tez sin imperfecciones ni brillos.
¿Para qué sirve el limpiador facial?
El limpiador no solo eliminará la suciedad que se acumula en nuestros poros a lo largo del día, sino que ayudará a eliminar el exceso de sebo.
Debes saber que si aplicas una crema hidratante sobre una piel que no esté limpia, ésta se absorberá mal, ya que los poros estarán obstruidos. De ahí la importancia de una correcta limpieza antes de acostarnos, así nuestra piel podrá respirar toda la noche
¿Cómo usarlo?
La diferencia entre usar un limpiador y usarlo correctamente puede ser muy grande. Vamos a ver en 4 gestos cómo aplicarlos en caso de tratarse de un limpiador en gel:
- Lava las manos y la cara con agua tibia. Así eliminaremos la mayor cantidad posible de suciedad, como el maquillaje, por ejemplo.
- Coge un poco de gel entre tus dedos y aplícalo sobre la piel húmeda hasta que se forme un poco de espuma tanto por cara como por cuello. Ten siempre mucho cuidado para evitar el contacto con los ojos.
- Aclara con agua fría para retirar el limpiador. Presta atención a aquellas zonas más complicadas, como los pliegues de las orejas o el nacimiento del pelo.
- Seca dando golpes muy suaves con una toalla de algodón sin arrastrar.
Estos son los 4 pasos que nadie se puede saltar. Ya sabes, sin limpieza no hay belleza. ¡Luce un tono saludable!